Mi nombre es José Antonio Campos y mi movilidad fue a la Ciudad de México, a la Universidad La Salle, donde estuve un semestre completo. Me gustaron algunos aspectos de la ciudad y otros no tanto, por ejemplo, algo bueno sería que siempre hay a donde ir a todas horas, hay muchos centros comerciales interesantes, restaurantes, antros y bares, y otros centros de diversión; algo malo serían las distancias que se tienen que recorrer. El metro es un medio de transporte fácil de usar y muy económico, ya que los taxis debido a las distancias de allá y el tráfico en ciertas horas no son muy convenientes en algunas ocasiones.
En cuanto a la universidad, el recibimiento que nos dieron fue muy bueno, tuvimos una semana de convivencia con todos los alumnos de intercambio, nacionales e internacionales, y nos llevaron a museos y conferencias. Debo admitir que fue divertido al principio, pero a partir del tercer día ya no lo era tanto; lo bueno es que tuve la oportunidad de conocer gente, a la que por cierto pocas veces podía ver después por los horarios y las diferentes carreras. Algo bueno de la escuela es que te ofrece inscripción a talleres sin ningún costo, por ejemplo, teatro, danza, música, cine, cocina y otros, así como el uso de las instalaciones del gimnasio. En el salón de clase mis compañeros eran amables, pero allá no son tan abiertos como para hacer una amistad tan rápido como los son aquí, allá distingues la línea entre un compañero y amistad, con el tiempo me fui ganando amigos, pero la mayoría de los amigos que hice no fueron de mi salón de clases.
Una diferencia que note, desde mi punto de vista, fue que las personas allá están en continua competencia por sobresalir de los demás compañeros, se esfuerzan demasiado en las tareas, estudios y tratan de hacerlo siempre mejor que los demás. En cuanto al nivel académico de la escuela es bueno, sin embargo debo de admitir que desde mi punto de vista es mas alto el de ITSON, lo que lo hace difícil es la competencia de tus compañeros. Los maestros siempre se portaron serviciales conmigo y me ayudaban en lo que se me ofrecía, en ese aspecto no tuve ningún problema.
En lo personal, me sirvió este intercambio porque conocí gente nueva, conocí otro estilo de vida, y me ayudó a ser más activo en lo que hago, más competitivo y valorar lo que tengo aquí. Honestamente no fue lo que esperaba, pero eso no significa que no haya sido igual de bueno, simplemente fue diferente a lo que me imaginaba, ya que hice muy buenos amigos pero fuera de la escuela; conocí un poco la ciudad y visualicé posibles oportunidades en un futuro. Lo recomiendo, porque sin duda es una ciudad grandísima, donde hay todo tipo de personas, con otro ritmo de vida, y te sirve la experiencia sin duda alguna ya que te tienes que “poner las pilas”, al principio no es fácil pero después lo comprendes.
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